Washington, 25 mar (Prensa Latina) Las continuas correcciones a sus declaraciones por parte del epidemiólogo Anthony Fauci sobre la propagación de la Covid-19 en Estados Unidos, disgustan y ponen hoy a prueba la paciencia del presidente Donald Trump, dicen sus asesores.
Al parecer, Trump está preocupado porque el director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (Inaei) se atreve a desacreditar sus declaraciones erradas y demasiado optimistas sobre la expansión del coronavirus SARS-Cov-2, señalan.
Según reporta el diario The New York Times, Fauci, al frente de ese Instituto desde 1984, se convirtió por esa razón «en un héroe para los críticos del presidente».
Los colaboradores del mandatario a menudo también se muestran inquietos por la forma en que el experto «dispara» al gobernante en algunos de sus intercambios con la prensa.
La máxima autoridad del país en enfermedades infecciosas asesoró a todos los presidentes estadounidenses desde Ronald Reagan (1981-1989), por lo que sus opiniones son muy tomadas en cuenta, consideran.
También advirtieron que cuando Trump sabe que tiene más para ganar que lo que puede perder al mantener un asesor, resiste los impulsos de luchar contra las aparentes críticas.
Hasta ahora, el jefe de la Casa Blanca parece estar haciendo el mismo cálculo con el doctor Fauci, quien, por cierto, no se encontraba en el podio en una reunión el lunes por la noche, notó el rotativo.
Cuando se le preguntó por qué a Trump comentó que acababa de estar con Fauci «mucho tiempo» en una cita del grupo de trabajo.
El ocupante de la Oficina Oval se resiste a presentar el virus como el tipo de amenaza descrito por el médico y otros expertos en salud pública.
En su esfuerzo por crear una visión positiva de un futuro menos peligroso respecto a la Covid-19, los críticos acusan a Trump de dar falsas esperanzas.
Fauci y Trump han discrepado públicamente sobre el tiempo que tardará en estar disponible una vacuna contra el SARS-Cov-2 y si un medicamento utilizado en la malaria, la cloroquina, serviría como tratamiento en la fase aguda de la enfermedad infecciosa.
Para el director del Inaei está claro que el fármaco no posee el potencial que le atribuye el gobernante.
En una entrevista publicada por la revista Science, Fauci respondió a una pregunta sobre cómo había logrado que no lo despidieran hasta ahora que «aunque no estemos de acuerdo en algunas cosas, él (Trump) escucha».
Sin embargo, confesó que tenía un límite a lo que podía hacer cuando Trump habla de forma incorrecta durante las sesiones informativas del grupo de trabajo de la Covid-19. «No puedo saltar delante del micrófono y empujarlo», afirmó.
Fauci comenzó el camino de su notoriedad en un momento en que la administración Reagan le prestaba poca atención a la epidemia del SIDA.